Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados, incluyendo una variedad de situaciones. Son personas propensas a tener problemas en sus relaciones sociales e interpersonales y en el trabajo.
Aunque la gente tiende a responder siempre del mismo modo a una situación difícil, la mayoría se abre a la posibilidad de buscar otro camino si la primera respuesta es ineficaz. Por el contrario, las personas con trastornos de la personalidad tienen grandes dificultades para adaptarse a la realidad, lo cual limita su capacidad para actuar efectivamente. Sus patrones poco adaptativos de pensamiento y comportamiento suelen surgir antes de la adultez, pero se diagnostican formalmente en adultos y tienden a durar toda la vida.
Las personas con trastornos de la personalidad rara vez son conscientes de que su comportamiento o sus patrones de pensamiento son inapropiados. Con frecuencia, los familiares o los jefes los envían a recibir ayuda psiquiátrica porque su comportamiento inadecuado causa dificultades a los demás. Cuando las personas con trastornos de la personalidad buscan ayuda por sí mismas (frecuentemente, a causa de frustraciones), tienden a creer que sus problemas están causados por otras personas o por una situación particularmente dificultosa.
En las clasificaciones psiquiátricas actuales, los trastornos de la personalidad incluyen los siguientes tipos: paranoide, esquizoide, esquizotípico, histriónico, narcisista, antisocial, límite, evitador, dependiente, obsesivo-compulsivo y pasivo-agresivo.
Más detalles, en lenguaje no técnico, pueden leerse en el Manual Merck.
1 comment:
Muy interesante Rafael... Gracias!!!
Post a Comment